Bienvenidos. Este es simplemente un espacio para la reflexión y la exposición de opiniones sobre lo que nos ocurre en el país y en el mundo. Y aquí estamos de vuelta, después de tanto tiempo en silencio.Hay demasiadas cosas para decir mientras muchos otros callan. Trataremos de ventilarlas.
domingo, 25 de enero de 2009
OTRO EJEMPLO DE MANEJO DISCURSIVO
martes, 20 de enero de 2009
"LOS HIPOCRITAS DE SIEMPRE NO DESCANSAN II"
De manera intempestiva, levantaron la programación de la FM Mágica-La Voz Sudamericana, dejando a varios trabajadores en la calle y con una profunda incertidumbre acerca de su futuro inmediato. Pero, ¿qué es La Voz Sudamericana?
En el mes de setiembre, Emilio Pérsico, referente del Movimiento Evita cerró un acuerdo con el empresario periodistico Mauro Viale para producir los contenidos de esa frecuencia modulada, que a su vez pertenece a Mario Kaminsky, dueño y titular de la frecuencia AM 550-Radio Colonia. Mauro Viale había previamente alcanzado un acuerdo con Kamisnky para gerenciar esa frecuencia radiofónica. En rigor, se trató de un sub-alquiler de la frecuencia, algo prohibido por las leyes argentinas pero que de cualquier manera se practica con cierta frecuencia.
El proyecto nació enfermo. Los trabajadores a sueldo de la radio, incorporados para el nuevo proyecto, cuyo contenido estaba supervisado por el Movimiento Evita, nunca pudieron cobrar sus salarios en término. Según se supo, Pérsico solo estaba dispuesto a pagar el "alquiler" de la frecuencia pero no a aportar el dinero necesario para que los trabajadores reciban su salario. De acuerdo con algunas fuentes el dinero aportado por el Movimiento Evita para alquilar la radio oscilaba entre 20 mil y 30 mil pesos mensuales, mientras que la planta nominal de sueldos estaba muy por debajo de esa cifra.
El lunes 19 de enero, a pocas horas de su regreso de vacaciones, Viale ordenó verbalmente levantar íntegramente la programación de la radio sin brindar demasiadas explicaciones. El argumento esgrimido apuntaba a la desprolijidad con que se había manejado el contenido y la puesta en el airte de la programación. Pero otras fuentes sostienen que el motivo habría sido la falta de cumplimiento del acuerdo con la gente del Movimiento Evita. Sea como fuere, los trabajadores de la emisora ahora atraviesan un momento de preocupación porque no saben a ciencia cierta si cobrarn sus salarios y, si ello ocurre, en qué momento. En tanto los diferentes programas que estaban aún saliendo al aire, no tienen claro como continuará esta historia.
Pregunto: ADEPA, ARPA y entidades similares ¿saldrán a manifestar su repudio por la abrupta medida tomada por Viale y compañía? Esas entidades y sus referentes en los medios, los periodistas que salieron a los "gritos" a repudiar el presunto levantamiento del programa de Nelson Castro por considerar que se trataba de un acto de censura y cercenamiento de la libertad de expresión ¿levantarán sus voces para denunciar un hecho que, según sus propios parametros, constituye también un episodio de censura y cercenamiento de la libertad de expresión?
Los hechos relatados y el silencio mantenido hasta ahora (y que seguramente continuará de aquí en mas) no hacen más que refrendar lo que manifesté en el post anterior a este. Los hipócritas de siempre quedarán una vez más escrachados como lo que son. Y sin atenuantes.
viernes, 16 de enero de 2009
LOS HIPOCRITAS DE SIEMPRE NO DESCANSAN
La noticia acerca del supuesto levantamiento del programa de Nelson Castro que desde hace 4 años sale al aire por Radio del Plata ha provocado un revuelo de proporciones. Como suele ocurrir cuando medidas de este tipo afectan a los representantes del poder económico y político, se alzan las voces de siempre para salir en defensa de la libre expresión y denunciar presuntos actos de censura, en este caso atribuidos al gobierno.
Esas voces críticas, que hacen gala de una defensa irrestricta de la libertad de prensa cuando se trata de cerrar filas en torno de la defensa de sus intereses personales, suelen hacer un llamativo silencio cuando situaciones similares afectan a otros periodistas que no están dentro de su “círculo áulico”. Y berrean a traves de los micrófonos o destilan gritos tribales de venganza mediante el papel impreso afirmando que el gobierno de turno “cercena los espacios para libre expresión y afecta la credibilidad del periodismo”. Incluso se ha llegado a decir, a prpósito de lo de Nelson Castro (que por el momento no ha sido confirmado) que el gobierno cada vez deja menos espacios para la opinión crítica hacia su gestión. Veamos si esto es cierto.
En el mundo de las radios, con la excepción de Radio Nacional y AM 530
De modo que, sin incluir aquí un repaso por el panorama de los medios en el interior del país, nos encontramos con que el 80 por ciento de los medios de comunicación manejados desde Buenos Aires con alcance nacional está en manos de la oposición en sus distintas variantes. ¿Cómo es posible entonces que se hable con tanta liviandad de cercenamiento de espacios por parte de quienes los detentan, muchas veces con el aporte económico de la publicidad oficial? Y si no se cree esta afirmación, los invito a repasar las páginas de esos diarios citados o los programas de radio de mayor audiencia y comprueben la cantidad de publicidad oficial que reciben.
Si levantan el programa de Nelson Castro, sobre cuya profesionalidad y actuación no abro juicio, no se tratará de otro episodio muy diferente de los que se suele vivir en esos grandes medios cuando sus periodistas no comparten la línea editorial que profesan. Cuando ello ocurre, ninguno de quienes hoy forman parte del vocinglerío por la libertad de prensa abre la boca para decir absolutamente nada. Todos ellos saben muy bien que los dueños de los medios son los que marcan la línea editorial. Si los nuevos propietarios de Radio del Plata modifican la línea editorial de la radio, Nelson Castro tiene dos opciones: aceptarla y adecuar sus opiniones o abandonar el medio y buscar otro donde su ideología cuadre mejor. Esperar a que lo echen opinando en contra de lo que la propia emisora dispone, es plantear un juego perverso para luego quedar como víctima del sistema que a ellos mismos los ampara, pero al que no dudan en cuestionar cuando les conviene.
martes, 13 de enero de 2009
¿INFLACION? ¿QUE INFLACION?
Hoy, los diarios especializados Ambito Financiero y El Cronista publican una información más que interesante y que seguramente servirá para dar argumentos a los personeros de los intereses meconómicos extranjeros. Estos diarios sostienen que la inflación calculada por el INDEC desde 2006 hasta fin del 2008, les hizo peder a los inversores en bonos de la deuda argentina entre 20 mil y 40 mil millones de pesos. Ocurre que esos bonos estan indexados por el índice de precios al consumidor y cuanto más bajo sea ese cálculo, menor es el interés que se les paga. Este dato, que no es menor, es el que verdaderamente preocupa a los analistas y columnistas de los grandes medios que se quejan permanentemente de lo que denominan "dibujo inflacionario".
Supongamos que, efectivamente, la inflación real del año 2008 haya sido del 20 por ciento, por poner cifras redondas. Supongamos que un porcentaje algo menor, pero siempre dos dígitos, se haya registrado en los años 2006 y 2007. En estos casos, estaríamos hablando de índices inflacionarios anuales similares a los que registró la Argentina en sus períodos de mayor crecimiento y expansión económica. Aún con las dificultades que experimentó la economía local en el último año, no se han registrado complicaciones ni corridas ni fuga de depósitos ni mayor desconfianza en el sistema financiero que la que hubo en épocas anteriores.
En definitiva, si el "dibujo" de la inflación, finalmente sirvió para retacearles a los especuladores financieros internacionales una parte importante de sus rentas, obtenidas como es costumbre a expensas del sacrifico ajeno, bienvenido el dibujo. Esta es, en realidad, la preocupación de quienes vociferan de manera exagerada por el índice de inflación. Porque las variables de la economía de un país no funcionan de acuerdo a lo que se escribe en un papel sino que lo hace sobre la base de los datos reales. Y si los datos reales, finalmente confirman que la inflación real es 3 veces superior a la del INDEC, habrá que admitir, mal que les pese a los especuladores de siempre e incluso a quienes repiten como loros las críticas que se le formulan a ese sistema de medición, que la economía argentina sigue funcionando sin mayores sobresaltos, aún en medio de la crisis internacional que deriva del desgaste del modelo de acumulación capitalista.
No nos dejemos engañar por las críticas de quienes no abrieron la boca cuando promovieron por acción y omisión la infernal fuga de capitales que derivó en la peor crisis de la historia reciente de la Argentina. A esos tipos solo les interesa lo que les deja de entrar a sus bolsillos y no el funcionamiento de un sistema económico que, aun con sus fallas y deudas incumplidas, permitió la recuperación económica de un país en un período insualmente corto. No les preocupa que el INDEC dibuje el cálculo de la inflación. Les jode que ese dibujo les impida ganar lo que pretenden a costa de promover el caos y y la debacle. Ellos viven de eso. Si, como dice el viejo dicho "el que le roba a un ladrón tiene 100 años de perdón", dibujar un índice para evitar que se lleven miles de millones de pesos sin hacer nada no es delito ni pecado. A esta altura, hasta se podría mirar como un verdadero acto de justicia.