martes, 6 de abril de 2010

CRISTINA Y LAS COMPUTADORAS

Las noticias se categorizan no solo por su ubicación (en el papel, en la web o el aire) sino además por el título con el cual se las presenta. Un título puede reflejar opinión y, en consecuencia, jerarquía para la información o simplemente aludir de manera aséptica al hecho noticioso en si. Como fuere, cada medio elije la forma que le parece más conveniente para titular las informaciones.

Una consecuencia de la manera de titular las noticias es su invisibilización. Depende lo que se destaque de ella en el encabezado, la noticia tendrá mayor o menor trascendencia. Además, se puede ocultar el núcleo central de la información mediante un título que corra el eje de discusión para detenerse en algún aspecto que poco o nada tiene que ver con el propio hecho noticioso.

El fenómeno de los portales informativos en la web es muy interesante para el análisis, porque permite a los editores bajar línea de manera directa, al jerarquizar a las noticias no por su contenido central sino por la manera en que son distribuidas y por los títulos con que se las encabeza. Millones de personas miran durante el día los portales de noticias “para ver qué está pasando”, con la sana intención de informarse sobre los últimos hechos del día. Un bajo porcentaje de lectores on line pincha en la información para leerla por completo. La gran mayoría (podríamos decir que 8 de cada 10) solo hace un paneo por los títulos que se publican en el portal y la bajada con el resumen de la noticia. Y con eso se quedan satisfechos. Tras la lectura superficial de los portales, la gente se quedará solo con lo que los editores de esos sitios quieren que la gente se quede. En consecuencia, el objetivo que se persigue con esa técnica informativa, está cumplido: instalar en sus lectores el sentido de importancia o jerarquía de las noticias, no por lo que contienen sino por su ubicación y su presentación. Al mismo tiempo, preconfiguran o anticipan lo que será la portada de los diarios al día siguiente.

Un ejemplo contundente de esto que aquí desgrano, lo tenemos con la manera en que los portales on line trataron el importante anuncio de la presidenta Cristina Fernández, acerca de la entrega de computadoras portátiles a casi 3 millones de alumnos de escuelas secundarias públicas de todo el país.

La mayoría eligió para titular, una frase de la presidenta, que no avanza de manera directa sobre el eje de la noticia sino sobre un concepto subjetivo (“me siento como la Sarmiento del Bicentenario”), dichos que seguramente serán motivo de largas andanadas de críticas y condenas y hasta chistes de pésimo mal gusto. Me anticipo a los hechos, es verdad, pero juro que si me equivoco haré el mea culpa. Otros, muy pocos, tomaron conceptos más centrales del significado del anuncio.

En el caso particular de Clarin.com, podrán observar que debajo del título, se “colgaron” dos artículos del diario publicados en enero de 2008 y agosto de 2009 sobre el mismo tema, con los que pretenden poner en duda la concreción del proyecto. Para ello toman como antecedente un plan similar que en su momento había sido anunciado por el estadounidense Nicholas Negroponte, denominado “Una computadora por niño”, el cual había sido aceptado por el gobierno argentino pero que finalmente quedo en la nada por diferentes cuestiones. Al adosar esas dos notas al cuerpo central de la noticia, Clarin pretende vincular ambos temas cuando sus orígenes y objetivos son diferentes por múltiples causas.

Esta es una muestra más del cotidiano y permanente manejo informativo que los medios realizan con la información relacionada con la gestión de gobierno. Nadie les quita el derecho a darle a una información el orden de mérito que consideren pertinente. Pero cuando eso además está acompañado del corrimiento deliberado del eje de la cuestión central para enfocar el desarrollo de la noticia en aspectos más formales que de fondo, también es una manera de manipular la noticia.

Marcelo Bartolome

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