sábado, 11 de julio de 2009

DOS PERLITAS..

En las ultimas 48 horas circuló de manera insistente en numerosos sitios de internet un corto video donde se ve a los presidentes y primeros ministros asistentes a la reunión del G8 en L'aquila (Italia) aprestándose para la consabida foto que los mostrará luego por todo el mundo unidos y contentos. En primer plano se ve al presidente estadounidense Barack Obama en una actitud que fue inmediatamente asociada a una mirada furtiva o "lasciva" a las curvas de una jovencita brasileña, colaboradora del presidente de Brasil, Lula da Silva, que subía las gradas para ubicarse en su lugar. "Revuelo por una mirada de Obama sobre una adolescente" decían algunos titulares. Si uno mira el corto video con detenimiento podrá ver que lo que se denuncia como mirada casi obscena no es más que un gesto de Obama para mirar hacia abajo sobre los escalones de las gradas. Es difícil advertir en ese video lo que el título denuncia. En cambio sí se puede ver claramente, sobre todo en las fotografías que acompañan al video, una mirada llamativamente sonriente del presidente francés Nicolas Sarkozy, pero sobre su gesto no se dijo absolutamente nada.

Hoy sábado 11 de julio, aparecen las aclaraciones consabidas de siempre, aunque algo tardías. Los títulos y el desarrollo de la misma noticia cambian el tono y hasta su contenido. Aquí les dejo los links para ver el tratamiento de la noticia por Clarin.com (aunque lo mismo ocurrió con otros portales) los días viernes 10 de julio y sábado 11de julio. Vale la pena.

clarin.com del viernes 10 de julio: http://www.clarin.com/diario/2009/07/10/um/m-01956218.htm

clarin.com del sábado 11 de julio: http://www.clarin.com/diario/2009/07/11/um/m-01956732.htm

Observen cómo cambió el enfoque de la noticia. Y que no digan luego que fue una confusión o algo que se le parezca. Lejos de hacer una defensa de Obama, lo que intento mostrar es cómo una información cambia en menos de 24 horas de acuerdo a las necesidades. Cómo lo que se busca es dotar a una noticia intrascendente de una espectacularidad que no tiene. Y que así como se trabaja esta información, del mismo modo ocurre con tantas otras sin importar el daño que se le pueda causar al protagonista y, mucho menos, la tergiversación de la noticia que confunde o engaña al lector. Deja tu comentario sobre este post para abrir un debate por demás interesante

Marcelo Bartolomé

viernes, 10 de julio de 2009

LAS NACIONALIZACIONES QUE BENEFICIAN A LOS PRIVADOS...

Los diarios nacionales de hoy, en particular La Nación, destacan entre sus informaciones el déficit operativo de Aerolineas Argentinas y lo muestran como una deficiencia inaceptable en la gestión que viene haciendo el estado naconal desde su recuperación. Desde el vamos,los medios del establishment condenaron profundamente la nacionalización de la aerolínea de bandera y comenzaron a poner la lupa sobre los números dela compañíacon un énfasis que no habían puesto cuando estaba en las "garras" del grupo Marsans, entre otros.
Pero hubo hoy otra noticia que vaya uno a saber si será condenada y criticada con la saña con la que se trató y sigue tratando a Aerolíneas Argentinas. La noticia dice que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá concretaron la "nacionalización" de la otrora privada y poderosa General Motors, una de las automotrices de mayor porte del planeta. Entre ambos gobiernos gestionarán el 75 por ciento de la compañía, a la que le darán 50 mil millones de dólares para cubrir las cuantiosas pérdidas acumuladas por sus anteriores dueños. En algunos portales informativos la información es presentada sin mayores comentarios (al menos por ahora) pero me gustaría ver que dirán los medios mañana cuando esa noticia haya circulado por medio planeta y aparezca en las páginas de numerosos diarios.
La enorme diferencia entre uno y otro hecho es que, en el caso de Aerolíneas, se trató de la recuperación para el estado nacional de la aerolínea de bandera y reubicarla como patrimonio estratégico de la nación, mientras que en el caso de GM la nacionalización opera como simple salvataje de una compañía privada, cuya consecuencoa social más importante es evitar que se sigan perdiendo fuentes de trabajo. Con paciencia, aguardaremos algun comentario condenatorio de esta maniobra de parte de los diarios más conservadores. Pero me siento pesimista de antemano. Quizas la ignoren y, si la publican, difícilmente sea condenada con la misma virulencia.
Otra perla de la hipocresía y mendacidad de nuestro vernáculo periodismo empresario. Y van...
Marcelo Bartolome

miércoles, 8 de julio de 2009

Los "Medios Destituyentes" en su máxima expresión

Verdaderamente, provoca pavura mirar la tele, leer los diarios o escuchar las radios en los tiempos que corren. Sobre todo, tras las elecciones del 28 de junio. Los "comunicadores" no ahorran soberbia y desprecio a la hora de enchastranos con sus lecturas y análisis de la realidad. "El parlamento que viene", "la economía que se avecina tras las elecciones", "cómo queda el país con los resultados electorales", "un nuevo rumbo es necesario", son algunos de los eslóganes con los que nos intoxican cotidianamente de manera machacona y persistente.
Montados en lo que denominan una victoria contundente en las urnas e instalando la derrota del gobierno de Cristina Fernández como una debacle que pone en estado de zozobra la continuidad institucional y la estabilidad social y económica, se han lanzado a la conquista del poder en su totalidad como no se vió por lo menos en los últimos 35 o 40 años.
Se aprovechan de cuanta herramienta casual o estructural tienen a la mano para el logro de sus objetivos. La epidemia de gripe les viene como anillo al dedo para poder seguir instalando imágenes que tienen más que ver con un folletín amarillista de finales del siglo 19 que al fiel reflejo de la gravedad de la situación que vive el país. Todo es utilizado en pos de socavar a como de lugar al gobierno poular que encabeza Cristina Fernández. No importa el dolor de quienes han perdido hijos, esposos, esposas, padres como consecuencia de la epidemia. Daba verguenza y rebeldía ver a Santo Biasatti en la pantalla de TN entrevistando a personas que perdieron a sus seres queridos por la enfermedad, utilizando sus relatos para seguir instalando la sensación de que la gente se muere porque el gobierno no hace nada. O, por oposición, que en realidad quien nos gobierna es el propio virus de la enfermedad.
O a Joaquín Morales Solá destilando un odio visceral hacia todo lo que huela a oficialismo, provocando a sus entrevistados para que digan con sus palabras lo que con otras suele decir el en sus editoriales habituales en el diario La Nación. Fiel a su raigambre golpista y pro dictatorial (recordar su colaboración como periodista en una publicación del ejército durante la última dictadura, y no precisamente como un mero redactor) escribió uno de sus libelos en el diario mitrista condenando de manera insultante a la presidenta Fernández por su viaje a Centroamérica para acompañar y respaldar al hondureño Manuel Zelaya, destituído de la presidencia de su país tras el golpe militar lanzado por un grupo de cavernícolas trasnochados el mismo día en que millones de argentinos concurrimos a las urnas. Para Morales Solá, Zelaya es un conservador liberal que traicionó a sus orígenes por atender el reclamo de su gente y comprender que el multilateralismo instalado desde hace casi una década en el continente es una realidad imparable. Y por estas razones es merecedor del golpe que lo destronó de lo que le corresponde. "Cristina fue adonde no la necesitaban" decía el calvo y semi-barbado vocero del establishment en las páginas de La Nación.
El doble discurso del grupo Hadad a través de su emporio multimediático es un ejemplo de patetismo y antiperiodismo. Una misma noticia recibe diferentes tratamientos según se la escuche en Radio 10, se la lea en Infobae.com o se la vea en C5N. Los incautos que acuden solo a uno de los 3 medios terminan comprando lo que allí se dice o se propala sin siquiera atinar, espíritu crítico mediante, a preguntarse si las cosas que allí se dicen son una verdad revelada o un ejercicio de sofisma mediático que hace empequeñecer al Gran Hermano de Orwell. Allí estan los "editorialistas" sin nombre de Infobae, tratando con un sutil guante de seda al gobierno, mientras González Oro grazna consignas cargadas de protofascismo que apuntan a instalar la segregación y la exclusión de los que menos tienen y reciben (justo el, que se enorgullece de que le digan "el negro") o Marcelo Longobardi, por partida doble desde Radio 10 y C5N, gritando a quien quiera escucharlo sus amenazas destituyentes, instando a terminar ya con "este desgobierno que sume al país en un caos que lo torna invivible".
Radio del Plata se suma al desconcierto que provoca la incoherencia, ya que tras una primera mañana que pretende alcanzar el equilibrio entre el apoyo y la crítica que procura construir, llegan Mónica y Cesar, quienes desde las naderías de sus consignas y comentarios lanzan a aire las voces de todos los que se consideran victoriosos tras el 28 de junio. Y construyen la realidad bien mediática sin pronunciar ellos ni una palabra pero dejando que sean otros los que las ventilen (o destilen, segun se quiera mirar).
Para no hablar de la mañana corporativa y procampista de Radio Continental. Esa que arranca con Magdalena Ruiz Guiñazú y la infantiloide María O'Donell , planteando la necesidad de devolverle él país a quienes se lo han robado, porque son sus dueños por derecho propio, porque así lo marca la rancia historia de nuestros próceres. Magdalena con sus comentarios cargados de erudición elitista y la O'Donell tratando de articular cuando puede dos palabras que conduzcan a un pensamiento sustentable intoxican el aire como pocas. Y tras cartón aparece un desvariado Víctor Hugo Morales, que busca sin lograrlo mantenerse en un delicado e imposible equilibrio entre los intereses que defiende la emisora y sus posiciones otrora progresistas y relacionadas con las mayorías. Uno lo escucha y claramente advierte que optó por defender sus propios intereses (económicos, claro esta...) navegando en un mar de zargazos que lo hundió en una profunda falta de crédito para quienes en otros tiempos creimos ver en el otra persona.
Radio Mitre, que ha optado por una mezcla de amarillismo profesional y seudoperiodismo progre en su mañana cotidiana, con Edgardo Tenenbaum pretendiendo hacer gala de un periodismo comprometido peleándose al aire cada vez que puede con algún ministro (por lo general Aníbal Fernández) pero dejando luego expuesta su veta opositora obligada por los intereses que lo sostienen en esa radio y en la pantalla de TN junto a Marcelo Zlotowiagzda. Poco podemos agregar en torno de lo que hace Chiche Gelblung entre las 8 y media de la mañana y la 1 de la tarde. Un verdadero ejemplo de cómo idiotizar a la gente para que se despreocupe de todo y elimine cualquier vestigio de pensamiento crítico.
Y los titulos destituyentes de Crítica, que tienen la virtud de dejar en un plano de inocencia y banalidad a los de La Nación o Clarín. Los apocalipsis económicos que viven anticipando las portadas de Ambito Financiero o El Cronista, las operaciones de prensa desembozadas y vergonzosas de la revista Noticias o el diario Perfil de los sábados y domingos.
Todo este panorama se ha venido profundizando desde la noche del domingo 28 de junio y desde entonces se ido intensificando de forma exponencial. Y debo decir aquí, que por primera vez en mis 30 años de periodismo hago críticas sobre el ejercicio de la profesión con nombre y apellido porque entiendo que no hacerlo es mostrar la mitad de la verdad. Es convalidar con un silencio oportunista el comportamiento espurio de muchos (no todos, por supuesto) que hasta no hace mucho, pretendían mostrarse como defensores de la verdad, comprometidos con las mayorías, críticos pero equilibrados al desbrozar sus opiniones. No hacerlo es sumarse por izquierda a la red de mentiras con que nos inundan y nos maltratan cada mañana de cada día. Y además, porque estoy harto de escuchar que los "trapitos sucios se lavan en casa". Porque nuestra profesión, cuando se ensucia, ensucia a quienes la consumen. Ensuciamos con sofismas, con inventos, con noticias recortadas que muestran solo una parte del todo como si esa fuera el todo, con equilibrios de dudosa inocencia que en el fondo esconden la necesidad de no caerse en el vacío y seguir ingresando jugosos beneficios, con la mentira cada vez más instalada como axioma fundamental en la construcción de la noticia.
Este es el principal enemigo que el actual gobierno tiene delante. El enemigo contra el que tiene que dar una batalla frontal y decidida. El monstruo que se ha sacado la careta y que asume de manera inocultable su carácter y su "ánimo destituyente", como lo definiera pocos meses antes de morir el irreemplazable y extrañable Nicolás Casullo. El aparato que va a intentar por todos los medios (valga el término en este caso) que el gobierno que aún con falencias y ambiguedades, plantea un proyecto de país basado en los intereses nacionales y populares, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese, se vaya antes de tiempo y encima pida perdón "por los pecados cometidos". Un modelo que procura recomponer y reconstruir lo que esa oposición, que se autoproclama victoriosa y, por ende, depositaria inmediata del poder, destruyó cada vez que le tocó gobernar.
¿Cómo, de qué manera, con qué herramientas? La aproximación a lo que considero una alternativa válida para ello la dejo para el próximo post. Mientras tanto, recuperemos el ejercicio de la reflexión interna y abramos los ojos y destapemos los oídos, cuando nos sumerjamos en el mundo de los medios que dominan nuestras opiniones. Y tratemos de ver y escuchar en ellos lo que no pudimos, no supimos o no quisimos hasta ahora. Estoy seguro que nos llevaremos más de una sorpresa.

Marcelo Bartolome

domingo, 5 de julio de 2009

MIRAR HACIA AFUERA O ENCERRARSE EN LA SOBERBIA

Ha pasado una semana. En los tiempos de la historia es un período más que exiguo. Diríamos que insignificante. Pero en la mensura de lo coyuntural, es suficiente como para ensayar un análisis aproximado de lo que pasó en estos 7 días y avizorar horizontes que permitan un tránsito menos complicado hacia el 2011.
En algún momento, y perdón por la autorreferencia porque no es el mejor mecanismo aunque en este momento lo creo necesario, fui tachado de poco oficialista, como alguien que no defendía este proyecto, este modelo de país que se intentó a los tumbos construir desde 2003. Con todo, al cabo de 6 años se sentaron algunos lineamientos básicos que definen el carácter nacional del modelo kirchnerista. Aquella calificación tuvo como fundamento (endeble y solo sostenido por concepciones verticalistas y de clara raigambre chupademista) mis críticas hacia las fallas y debilidades en la construcción del modelo. Empezando por la persistencia de importantes estructuras clave que siguen siendo el orígen del neoliberalismo, del conservadurismo más rancio, anclado en las estructuras financieras del país instaladas desde los tiempos de la dictadura de Martinez de Hoz y de Videla y que aun hoy siguen vigentes. Por ejemplo, es auspiciosa la eliminación de las AFJP y la reestatización del sistema jubilatorio, pero es poco o casi nada si advertimos que, al mismo tiempo, la Ley de Entidades Financieras sigue funcionando como si nada.
En la construcción del poder político que el kirchnerismo encaró tras las elecciones de abril de 2003, apareció un elemento que oxigenaba el sistema político argentino. El famoso transversalismo, que apelaba a la inclusión de los actores políticos y sociales que entendieran la necesidad de construir un modelo distinto de país más allá o por encima de las pertenencias partidarias,se revelaba como la respuesta más adecuada para enfrentar la crisis del sistema de partidos que hizo eclosión en los años 2001 y 2002. Los resultados de esa construcción se vieron claramente en las elecciones parlamentarias del año 2005. Al cabo de dos años y medio de gestión, el armado de la transversalidad habia dado los resultados necesarios para poder comenzar la construcción del modelo. “A partir del 10 de diciembre de 2005 comienza el verdadero kirchnerismo en la Argentina” dije por entonces en otro programa de radio, que también fue sacado del aire solo por marcar errores o alertar sobre las deficiencias. Porque a pesar de aquella victoria clara en las urnas, de manera insólita e inopinada, se comenzó lentamente a desandar el camino recorrido.
Lejos de profundizar los acuerdos y alianzas establecidos con diferentes sectores políticos que respaldan el rumbo y de renegar de la estructura del PJ, una estructura perimida y acostumbrada a la compra de voluntades, a la presión espuria para garantizarse apoyos y eventualmente votos, al clientelismo político, a la peor manera de construir en política, se pateó el tablero. Se volvió a al regazo del monstruo al que nunca se tendría que haber recurrido. La por entonces senadora Cristina Fernández, a pesar del retroceso, ganó las elecciones presidenciales del 2007, con un caudal de votos menor al esperado pero suficiente para evitar un ballotage. Pero parecía entonces que la suerte estaba echada,
Intendentes corruptos, gobernadores cuestionados y con comportamientos caudillistas, dirigentes oportunistas, alejados de los reclamos de la gente, fueron los que aportaron los votos en el interior para consolidar aquella victoria. Meses más tarde, el conflicto con el campo tuvo la virtud de instalar en el debate popular, la confrontación clara entre dos modelos de país antagónicos, como nunca antes en la historia moderna de la Argentina. La oportunidad histórica que tuvo el gobierno para consolidar sus convicciones, para trabajar en política de manera inteligente y estratégica para rearmar el tejido político del que se había abjurado previamente, fue incomprensiblemente desaprovechada. Y todo terminó en la madrugada fatídica del 18 de julio con el voto no positivo, hipócrita y condenable del vicepresidente Julio Cobos hacia la resolución 125. Otra vez se equivocó el camino para reconstruirse tras una derrota que, si se la mira en perspectiva, fue mucho más dura e importante que la del domingo último. Lo demás, lo que ocurrió desde entonces hasta hace 7 días, es historia reciente como para resumirla aquí.
Por todo esto, suena extraño, casi miserable, escuchar hablar de “traición” en relación con el comportamiento de los intendentes que apoyaron la lista oficialista pero que obtuvieron más votos que la fórmula Kirchner Scioli. Hicieron lo que estan acostumbrados a hacer: llevar agua para su molino y sacar provecho propio de la historia ajena. Y no admitir que ese iba a ser su comportamiento denota una miopía política preocupante.
Los medios jugaron el juego que más les gusta. Explotaron las debilidades oficialistas y con la fuerza que les da la concentración monopólica construyeron imagen y opinión a favor de sus representantes. Pero echarles la culpa solo a ellos de esa construcción mediática es cuanto menos una actitud mezquina. Porque nunca hubo desde el poder del estado capacidad de reacción para contrarrestar el discurso. Y porque sus hombres creyeron que podían utilizar esos medios para salir a decir lo que esos medios callaban. Una pelea desigual que terminó con el resultado consabido.
No hay indicios hasta ahora de haber tomado nota de las falencias propias que condujeron a esta derrota relativa, o dicho de otras formas, que promovieron una victoria pírrica de algunos sectores de la oposición. Porque no hay que olvidar el más de medio millón de votos de Sabatella en la provincia de Buenos Aires ni los cosechados por Pino Solanas en la ciudad de Buenos Aires que demuestran que no hay tal reclamo de cambio por parte de la sociedad. Ni tampoco los votos cosechados por los intendentes de los cordones bonaerenses. Ojo porque la gente rechazó claramente la figura de Kirchner pero no el modelo encarado por el gobierno, al que indirectamente respaldó con los votos entregados a esos jefes comunales. Los medios de la corporación callan esta parte del análisis, pero nadie desde el sector que perdió numéricamente la elección sale a poner las cosas en un plano de claridad. La culpa, entonces, está claramente repartida. La embestida desembozada que comenzaron a llevar adelante desde las 10 de la noche del domingo pasado demuestra que ahora, vienen por todo, quieren arrasar con todo. Y que no dejan el menor resquicio para atacar y confrontar, apelando a la mentira y a la deformación discursiva si eso fuera necesario. Frente a eso, solo se observó una conducta errática que lejos de contrarrestar esa estrategia, la fortalece en la persecución de sus objetivos.
Si establecemos estos puntos de vista no es, ni por asomo, para sumarle ventajas a los conservadores que ahora creen que el camino esta yermo para avanzar. Es para tratar de promover una reacción clara y contundente de los principales referentes del gobierno para trabajar en la recuperación de la iniciativa y la profundización del modelo. Marcar los errores y las deficiencias desde el respaldo al proyecto encarado hace 6 años, tiene para quien habla más valor que mirar para otro lado. Las cerrazones no conducen nunca a otra cosa más que a una tormenta de consecuencias implacables. Hablo desde el convencimiento de que no debe haber lugar para el retorno al pasado. Desde el convencimiento de que otro modelo de país es posible y más aún, necesario. Pero no quiero cimentar mi respaldo en la ausencia de autocrítica, en la falta de aceptación de los errores cometidos. Ni menos aún, en la actitud facilista de echarle la culpa a los demás. Uno es responsable de sus actos, para bien o para mal. Hubo muchos que no lo comprendieron. Y cargaron contra el mensajero en lugar de discutir o debatir ideas y proyectos mejores.
Falta mucho tiempo para el 2011. Pero cuidado, que la velocidad del tiempo no es variable. Se siente que corre más o menos rápido en relación con las actitudes que se pongan en práctica. Dicho de otro modo: el tiempo se pierde o se aprovecha. Y creo que con los ojos cerrados o mirando para otro lado, se dilapida la oportunidad para corregir el rumbo, como un barco después de la tormenta, y enfocar hacia los objetivos que se plantearon hace 6 años. Estan avisados, después no digan que nadie se los dijo.
Marcelo Bartolomé
HEMOS VUELTO...
Después de poco más de un año de silencio obligado, intempestivo, injustificado, arbitrario, "Otra Mañana" vuelve a estar en el aire. El lunes 29 de junio, en el aire de Concepto AM (1050 KHz), retomamos el camino y el trabajo que junto a un maravillloso equipo de colegas y amigos, iniciáramos el 17 de abril de 2006, en la radio de las madres.
Gracias a la confianza depositada en nosotros por las autoridades de Concepto AM, "Otra Mañana" puede seguir trabajando y desarrollando un periodismo que pretende demostrar que hay otra forma de mirar y analizar la realidad.
Estamos junto a Romina Fernández, Jorge Villano, Santiago Riva, Ignacio Fernández de la Torre y Oroz, Federico Bernal. Faltan las presencias invalorables de Juan Monasterio y Mariel Caro en el control técnico y la locución, pero las sentimos de manera cotidiana con su apoyo y respaldo. Ellos también fueron artífices claros de este proyecto y aunque no esten hoy con nosotros siguen formando parte de este equipo. Y confio en que más temprano que tarde podrán incorporarse de manera efectiva.
Comenzamos el tránsito de otro segmento del camino, en un contexto político complicado, pero siempre con las mismas convicciones. Contamos contigo para que nos acompañes en esta nueva etapa. Estas invitado y te esperamos en "Otra Mañana", porque es posible informarse de otra manera.
A todos y a cada uno, como venimos diciendo desde siempre, !besos y abrazos!" y gracias por seguir dándonos un voto de confianza.
Marcelo Bartolomé