miércoles, 27 de octubre de 2010

SE FUE EL POLITICO MAS IMPORTANTE DEL ULTIMO MEDIO SIGLO



El papel en blanco intimida a la hora de comenzar a escribir sensaciones, opiniones, puntos de vista. Pero cuando hay que sumarle el impacto que provoca la muerte de una persona como Néstor Kirchner, todo se vuelve más complicado.

Más allá de la sensación de vacío que deja la partida de un dirigente político de sus características, con errores y aciertos, con virtudes y defectos, lo que se abre es un panorama que pondrá a prueba la solidez del modelo y la persistencia del proyecto nacional y popular.

No se trata ahora de opinar sobre lo que vendrá. Para eso están los que, escudándose en formas presuntamente democráticas y republicanas, sacan cuentas para ver cuánto se gana o se pierde con su desaparición a la hora de posicionarse políticamente en los días por venir.

Para quienes sostenemos este proyecto, para quienes confiamos en la absoluta necesidad de continuarlo en el tiempo para profundizarlo y mejorarlo, la pérdida es más irreparable que cualquier otra. Y no por casualidad.

Habiendo sido como fui un crítico de sus primeros años de gestión, nunca perdí de vista que el principal desafío que tenía por delante era la construcción del poder que no tuvo cuando asumió como presidente.

Y no puedo olvidarme que tras las elecciones de medio término de 2005, cuando pudo poner en el papel lo que se había trabajado pacientemente desde aquel mítico 25 de mayo de 2003, dije a quien quisiera escucharme que “ahora comienza el verdadero kirchnerismo”. Era diciembre de 2005, poco antes de adoptar la que creo fue la primera gran medida de gobierno que definió claramente por donde correrían los tiempos venir y que fue el pago de la deuda con el FMI.

No tiene sentido repasar ahora y aquí lo que vino después porque en este blog está bastante repasado y expuesto.

Ahora es el momento de pensar en cómo continuar con este proyecto a partir de su ausencia. Y tener en claro que el principal sostén es Cristina Fernández. Cerrar filas a su alrededor, solidificar el respaldo, acompañarla con cohesión y coherencia son los imperativos de los tiempos inmediatos. No entregarle con simpleza al enemigo el terreno conquistado en estos 7 años. Y construir, siempre construir, nuevas bases de sustentación para evitar que los carroñeros de siempre se abalancen sobre nosotros.

En nuestro país, construir política no es, nunca fue, un juego de señoritas ni puede asimilarse a la circunspección de la cámara de los lores (como si en Gran Bretaña hubiera corrección política!) De ahí la necesidad de saber que habrá que enfrentarse con los mismos que, por estas horas, muestran sus lágrimas reptilarias frente a la muerte de Kirchner. Pero que en las próximas volverán a afilar sus garras para rapiñar algún denario que los ayude a subsistir.

Ahí está el desafío. Ese será el campo de batalla. Habrá que ponerle el cuerpo más que nunca, mejor que antes. Pensando en el futuro. Consolidando lo que hay y apostando a lo que vendrá. A como de lugar.

Ese es el mejor homenaje para un hombre que nunca puso por delante los costos políticos a pagar, a la hora de trabajar en política para construir un país diferente y mejor al que estábamos acostumbrados.

Marcelo Bartolomé
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