Cuando en 2008 el gobierno tomó la decisión de renacionalizar el sistema de jubilaciones disolviendo las AFJP, lo que hizo fue asestar un golpe mortal a uno de los más grandes negocios encarados por el menemismo en la década del 90. Con esa decisión retomó el control sobre una de las áreas estratégias del estado. Y además modificó el paradigma de la capitalización de los recursos de los aportantes activos. En la era de las AFJP, los bancos "timbeaban" ese dinero en la especulación financiera, cuyos resultados quedron claramente expuestos tras la devaluación de Duhalde en 2002, reduciendo los ahorros a una tercera parte echándole la culpa al comportamiento de los activos en los que se había mal invertido esa plata, y por supuesto a la salida de la convertibilidad. Pero mientras la convertibilidad les permitía licuar pasivos de una manera escandalosa (Pino dixit)los ahorros de los trabajadores entraban en una suerte de triángulo de las Bermudas del que nunca más saldrían evaporando lo poco que habían poido juntar aquellos que creyeron en las bondades del sistema de capitalización.
Con el retorno del sistema al estado, el dinero fue reinvertido en actividades concretas por fuera de los circuitos especulativos financieros y dirigido fundamentalmente a programas de mejoras sociales que no tiene que ver únicamente con la entrega directa de dinero sino con la generación de proyectos de obra pública con la generación de empleo genuino, con la creación y distribución de la Asignación Universal por Hijo, con la creación de planes de crédito para pequeñas y medianas empresas, con la reasignación de recursos para la educación a trvés del programa que distribuye computadoras a millones de alumnos primarios y secundarios de todo el país, con la inversión en activos financieros que encuentran su solidez en las políticas activas y contracícilicas que permtieron que la Argentina superara con éxito la tremenda crisis financiera internacional que hoy se esta llevando puesta a Grecia y que amenaza con lo mismo a España y Portugal.
Curioseando en la red me tope con un video en el que Elisa Carrió cargaba las tintas (tal como es su especialidad) contra aquella revolucionaria medida del gobierno de Cristina Fernández. Con el desvarío mental que la caracteriza, Lilita trazó un panorama apocalíptico a su fiel estilo, que por supuesto no se cumplió, e incluso terminó siendo diametralmente opuesto a su predicción. Aquellas manifestaciones datan del 24 de octubree de 2008. Hoy, a casi 19 meses de formuladas, vale la pena volver a escucharlas. Aquí esta el video para que vos saques tus propias conclusiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario