miércoles, 8 de julio de 2009

Los "Medios Destituyentes" en su máxima expresión

Verdaderamente, provoca pavura mirar la tele, leer los diarios o escuchar las radios en los tiempos que corren. Sobre todo, tras las elecciones del 28 de junio. Los "comunicadores" no ahorran soberbia y desprecio a la hora de enchastranos con sus lecturas y análisis de la realidad. "El parlamento que viene", "la economía que se avecina tras las elecciones", "cómo queda el país con los resultados electorales", "un nuevo rumbo es necesario", son algunos de los eslóganes con los que nos intoxican cotidianamente de manera machacona y persistente.
Montados en lo que denominan una victoria contundente en las urnas e instalando la derrota del gobierno de Cristina Fernández como una debacle que pone en estado de zozobra la continuidad institucional y la estabilidad social y económica, se han lanzado a la conquista del poder en su totalidad como no se vió por lo menos en los últimos 35 o 40 años.
Se aprovechan de cuanta herramienta casual o estructural tienen a la mano para el logro de sus objetivos. La epidemia de gripe les viene como anillo al dedo para poder seguir instalando imágenes que tienen más que ver con un folletín amarillista de finales del siglo 19 que al fiel reflejo de la gravedad de la situación que vive el país. Todo es utilizado en pos de socavar a como de lugar al gobierno poular que encabeza Cristina Fernández. No importa el dolor de quienes han perdido hijos, esposos, esposas, padres como consecuencia de la epidemia. Daba verguenza y rebeldía ver a Santo Biasatti en la pantalla de TN entrevistando a personas que perdieron a sus seres queridos por la enfermedad, utilizando sus relatos para seguir instalando la sensación de que la gente se muere porque el gobierno no hace nada. O, por oposición, que en realidad quien nos gobierna es el propio virus de la enfermedad.
O a Joaquín Morales Solá destilando un odio visceral hacia todo lo que huela a oficialismo, provocando a sus entrevistados para que digan con sus palabras lo que con otras suele decir el en sus editoriales habituales en el diario La Nación. Fiel a su raigambre golpista y pro dictatorial (recordar su colaboración como periodista en una publicación del ejército durante la última dictadura, y no precisamente como un mero redactor) escribió uno de sus libelos en el diario mitrista condenando de manera insultante a la presidenta Fernández por su viaje a Centroamérica para acompañar y respaldar al hondureño Manuel Zelaya, destituído de la presidencia de su país tras el golpe militar lanzado por un grupo de cavernícolas trasnochados el mismo día en que millones de argentinos concurrimos a las urnas. Para Morales Solá, Zelaya es un conservador liberal que traicionó a sus orígenes por atender el reclamo de su gente y comprender que el multilateralismo instalado desde hace casi una década en el continente es una realidad imparable. Y por estas razones es merecedor del golpe que lo destronó de lo que le corresponde. "Cristina fue adonde no la necesitaban" decía el calvo y semi-barbado vocero del establishment en las páginas de La Nación.
El doble discurso del grupo Hadad a través de su emporio multimediático es un ejemplo de patetismo y antiperiodismo. Una misma noticia recibe diferentes tratamientos según se la escuche en Radio 10, se la lea en Infobae.com o se la vea en C5N. Los incautos que acuden solo a uno de los 3 medios terminan comprando lo que allí se dice o se propala sin siquiera atinar, espíritu crítico mediante, a preguntarse si las cosas que allí se dicen son una verdad revelada o un ejercicio de sofisma mediático que hace empequeñecer al Gran Hermano de Orwell. Allí estan los "editorialistas" sin nombre de Infobae, tratando con un sutil guante de seda al gobierno, mientras González Oro grazna consignas cargadas de protofascismo que apuntan a instalar la segregación y la exclusión de los que menos tienen y reciben (justo el, que se enorgullece de que le digan "el negro") o Marcelo Longobardi, por partida doble desde Radio 10 y C5N, gritando a quien quiera escucharlo sus amenazas destituyentes, instando a terminar ya con "este desgobierno que sume al país en un caos que lo torna invivible".
Radio del Plata se suma al desconcierto que provoca la incoherencia, ya que tras una primera mañana que pretende alcanzar el equilibrio entre el apoyo y la crítica que procura construir, llegan Mónica y Cesar, quienes desde las naderías de sus consignas y comentarios lanzan a aire las voces de todos los que se consideran victoriosos tras el 28 de junio. Y construyen la realidad bien mediática sin pronunciar ellos ni una palabra pero dejando que sean otros los que las ventilen (o destilen, segun se quiera mirar).
Para no hablar de la mañana corporativa y procampista de Radio Continental. Esa que arranca con Magdalena Ruiz Guiñazú y la infantiloide María O'Donell , planteando la necesidad de devolverle él país a quienes se lo han robado, porque son sus dueños por derecho propio, porque así lo marca la rancia historia de nuestros próceres. Magdalena con sus comentarios cargados de erudición elitista y la O'Donell tratando de articular cuando puede dos palabras que conduzcan a un pensamiento sustentable intoxican el aire como pocas. Y tras cartón aparece un desvariado Víctor Hugo Morales, que busca sin lograrlo mantenerse en un delicado e imposible equilibrio entre los intereses que defiende la emisora y sus posiciones otrora progresistas y relacionadas con las mayorías. Uno lo escucha y claramente advierte que optó por defender sus propios intereses (económicos, claro esta...) navegando en un mar de zargazos que lo hundió en una profunda falta de crédito para quienes en otros tiempos creimos ver en el otra persona.
Radio Mitre, que ha optado por una mezcla de amarillismo profesional y seudoperiodismo progre en su mañana cotidiana, con Edgardo Tenenbaum pretendiendo hacer gala de un periodismo comprometido peleándose al aire cada vez que puede con algún ministro (por lo general Aníbal Fernández) pero dejando luego expuesta su veta opositora obligada por los intereses que lo sostienen en esa radio y en la pantalla de TN junto a Marcelo Zlotowiagzda. Poco podemos agregar en torno de lo que hace Chiche Gelblung entre las 8 y media de la mañana y la 1 de la tarde. Un verdadero ejemplo de cómo idiotizar a la gente para que se despreocupe de todo y elimine cualquier vestigio de pensamiento crítico.
Y los titulos destituyentes de Crítica, que tienen la virtud de dejar en un plano de inocencia y banalidad a los de La Nación o Clarín. Los apocalipsis económicos que viven anticipando las portadas de Ambito Financiero o El Cronista, las operaciones de prensa desembozadas y vergonzosas de la revista Noticias o el diario Perfil de los sábados y domingos.
Todo este panorama se ha venido profundizando desde la noche del domingo 28 de junio y desde entonces se ido intensificando de forma exponencial. Y debo decir aquí, que por primera vez en mis 30 años de periodismo hago críticas sobre el ejercicio de la profesión con nombre y apellido porque entiendo que no hacerlo es mostrar la mitad de la verdad. Es convalidar con un silencio oportunista el comportamiento espurio de muchos (no todos, por supuesto) que hasta no hace mucho, pretendían mostrarse como defensores de la verdad, comprometidos con las mayorías, críticos pero equilibrados al desbrozar sus opiniones. No hacerlo es sumarse por izquierda a la red de mentiras con que nos inundan y nos maltratan cada mañana de cada día. Y además, porque estoy harto de escuchar que los "trapitos sucios se lavan en casa". Porque nuestra profesión, cuando se ensucia, ensucia a quienes la consumen. Ensuciamos con sofismas, con inventos, con noticias recortadas que muestran solo una parte del todo como si esa fuera el todo, con equilibrios de dudosa inocencia que en el fondo esconden la necesidad de no caerse en el vacío y seguir ingresando jugosos beneficios, con la mentira cada vez más instalada como axioma fundamental en la construcción de la noticia.
Este es el principal enemigo que el actual gobierno tiene delante. El enemigo contra el que tiene que dar una batalla frontal y decidida. El monstruo que se ha sacado la careta y que asume de manera inocultable su carácter y su "ánimo destituyente", como lo definiera pocos meses antes de morir el irreemplazable y extrañable Nicolás Casullo. El aparato que va a intentar por todos los medios (valga el término en este caso) que el gobierno que aún con falencias y ambiguedades, plantea un proyecto de país basado en los intereses nacionales y populares, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese, se vaya antes de tiempo y encima pida perdón "por los pecados cometidos". Un modelo que procura recomponer y reconstruir lo que esa oposición, que se autoproclama victoriosa y, por ende, depositaria inmediata del poder, destruyó cada vez que le tocó gobernar.
¿Cómo, de qué manera, con qué herramientas? La aproximación a lo que considero una alternativa válida para ello la dejo para el próximo post. Mientras tanto, recuperemos el ejercicio de la reflexión interna y abramos los ojos y destapemos los oídos, cuando nos sumerjamos en el mundo de los medios que dominan nuestras opiniones. Y tratemos de ver y escuchar en ellos lo que no pudimos, no supimos o no quisimos hasta ahora. Estoy seguro que nos llevaremos más de una sorpresa.

Marcelo Bartolome

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querido Marcelo; Ubiquè tu pàgina en forma casual.Te conozco hace 40 años. Trabajè con tu padre,desde l969 hasta que falleciò.Diego fue uno de mis maestros en periodismo,junto a Arturo Gonzàlez Oliva,en la vieja y querida Splendid.Sigo en actividdad y hoy tengo 57 años.Estoy en prensa de
Presidencia desde hace 16 años,ademàs de tener programas en
dos radios del Gran Bs.As.Si ingresas a la pagina " Arenales1925blogspot.com" podràs observar una foto donde està tu padre y quien te escribe.Un abrazo de corazòn.
Roberto_piacenza@hotmail.com